LA REGENERACIÓN NATURAL DE LAS DEHESAS

LA REGENERACIÓN NATURAL DE LAS DEHESAS


Fotografía: Daniel Bermejo
El futuro de nuestras formaciones adehesadas está condicionado por la salud y la renovación de sus árboles. Un problema que comparten muchas de nuestras dehesas es su falta de regeneración.
Hay factores de manejo que, casi sin darnos cuenta, contribuyen al envejecimiento paulatino del arbolado. Así, por ejemplo, si el ganado o la fauna silvestre consumen prácticamente toda la producción de bellota, si no cuidamos de aquellos pequeños individuos procedentes de la germinación de las semillas que han conseguido implantarse o si se ramonea en exceso las matas establecidas impidiéndoles su evolución a árboles, estamos avocando a nuestra dehesa a su degradación.

Fotografía: Daniel Bermejo
Por ello es fundamental que seamos conscientes de que el tipo de manejo que hagamos de nuestra dehesa es esencial para la propia pervivencia de nuestro medio productivo. De ahí la importantica de plantear estrategias de apoyo a esta regeneración natural basadas, principalmente, en la protección y el mantenimiento del nuevo arbolado.
En este sentido, el proyecto Life bioDehesa está realizando una serie de actuaciones para proteger la regeneración natural en algunas fincas de nuestra Red de Dehesas Demostrativas, mostrando que no resulta difícil plantear un esquema de renovación paulatino que permita regenerar el arbolado. Como dato para recordar, se han protegido 1.265 plantas, entre encinas y alcornoques, durnate las obras de conservación.
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¿Cómo lo hemos hecho?
En las fincas en las que existe regeneración natural, seleccionamos y marcamos, junto con los propietarios, las plantas a preservar; en las que se han instalado diferentes protectores con el fin de reservarlas del diente del ganado.
Para las dehesas caracterizadas por la presencia de el ganado vacuno, se instalaron protectores metálicos de malla electrosolada de dos metros de alto, anclados al terreno en algunas fincas mediante tres perfiles laminados de 40x40x4 y altura de 2,20 metros, y en otras con tres postes corrugados de 12 mm de diámetro y un metro de alto. En las dehesas con mayor presencia de ganado ovino, la altura de la malla electrosoldada o de obra elegida ha sido de 1,5 metros, manteniéndose en el terreno por tres postes corrugados de 12 mm de diámetro y un metro de alto.
Pero como ocurre en ocasiones, a la hora de realizar actuaciones sobre el terreno, no todo ha ido bien: algunos de estos protectores se han caído y no están cumpliendo con su función de salvaguarda. El motivo ha sido que, para algunos tipos de suelos y especies, el protector no ha sido lo suficientemente resistente como para proteger las pequeñas plantas del ganado presente en las fincas.
Después de valorar cada caso, y siempre con el asesoramiento de los propietarios y técnicos de las organizaciones agrarias, hemos reforzado algunos de los protectores para adecuarlos mejor al ganado existente en la finca. También hemos conocido mejor otro sistema de reciente desarrollo, el mallado tipo “cactus”, cuyo diseño ofrece un plus de protección frente al ramoneo.
Tipos de protectores
En la segunda fase de las actuaciones conservación que vamos a ejecutar en los montes públicos usaremos los siguientes protectores. En todos los casos, tanto los perfiles en L como los corrugados, deberán enterrarse al menos 50 cm.
Ganado vacuno, cinegético o caprino:
Tipo 1. Protector con perfil L:protector_tipo 1 (2)
    • Material: Malla electrosoldada galvanizada. Alambre con una sección de al menos 2,5 mm. Cuadro de la malla (mm*mm): 50×100
    • Diámetro del protector > 60 cm. Altura > 1,8 m. Se recomiendan trozos de 2 m de longitud x 2 m de altura para cada protector
    • Anclaje: 3 postes de perfil en L de 40x40x4 de 2,20 m de altura
Tipo 2. Protector con acero corrugado:Protector_tipo 2 (1)
    • Material: Malla electrosoldada galvanizada. Alambre con una sección de al menos 2,5 mm. Cuadro de la malla (mm*mm): 50×100
    • Diámetro del protector > 60 cm. Altura > 1,8 m. Se recomiendan trozos de 2 m de longitud x 2 m de altura de altura para cada protector
    • Anclaje: 3 barras corrugadas de 16 mm de diámetro y 2,20 m de altura
Tipo 3. Sistema cactus:
    • Sistema protector cactus de 160×100 cm. Se trata de un arbusto espinoso artificial que se elabora a través de una malla electrosoldada con pinchos hacia fuera, que protegen a la planta del ganado.
    • Anclaje: 3 barras corrugadas de 16 mm diámetro y 2 m de altura
Ganado ovino o porcino:
Tipo 1. Protector con perfil L:
    • Material: Malla electrosoldada galvanizada. Alambre con una sección de al menos 2,5 mm. Cuadro de la malla (mm*mm): 50×100
    • Diámetro del protector > 50 cm. Altura = 1,5 m. Se recomiendan trozos de 1,5 m de longitud x 1,5 m de altura para cada protector
    • Anclaje: 3 postes de perfil en L de 2 m de altura
Tipo 2. Protector con acero corrugado:Protector_tipo 2 (2)
    • Material: Malla electrosoldada galvanizada. Alambre con una sección de al menos 2,5 mm. Cuadro de la malla (mm*mm): 50×100
    • Diámetro del protector > 50 cm. Altura = 1,5 m. Se recomiendan trozos de 1,5 m de longitud x 1,5 m de de altura para cada protector
    • Anclaje: 3 corrugados de 14 mm de diámetro y 2 m de altura
Tipo 3. Sistema cactus:protector_tipo3
    • Sistema protector cactus de 160×100 cm. Se trata de un arbusto espinoso artificial que se elabora a través de una malla electrosoldada con pinchos hacia fuera, que protegen a la planta del ganado.Anclaje: 3 corrugados de 14 mm diámetro y 1,5 m de altura.

Otras recomendaciones para fomentar la regeneración del arbolado
  1. Demos protección a zonas de matorral, acotándolas al pastoreo a largo o medio plazo o realizando acotados temporales para favorecer la germinación de las bellotas enterradas por pequeños animales y el establecimiento de dichas plántulas que encuentran en estas zonas sombreo, humedad y refugio. Conviene hacer el seguimiento a la implantación de nuevo arbolado puesto que en ocasiones el potencial de regeneración natural será limitado (porque otro tipo de fauna consuma las bellotas y las plántulas, o porque las condiciones de insolación dificulten el establecimiento de las plantas), lo que hará aconsejable recurrir a la plantación o semillado de apoyo.
  2. Cuando contemos con matas de encinas o alcornoques (o acebuches, quejigos o cualquier otra especie que nos interese promover a árbol para reforzar nuestra formación adehesada), favorezcamos el crecimiento de los brotes más robustos eliminado ramas y ramillas competidoras (resalveo), al tiempo que se deje un porcentaje de ramaje hacia fuera que sirva de protección a los brotes seleccionados y siempre evitando desequilibrar a la planta en su conjunto.
  3. Por último, tengamos siempre presente que la protección de la regeneración natural o de las plantas que establezcamos artificialmente siempre debe ir de la mano de una buena gestión de la finca adaptando en cada caso la intensidad ganadera y realizando un manejo cuidadoso del pastoreo como mejor receta para continuar disfrutando y aprovechando la dehesa.

Los árboles de las formaciones adehesadas son productores de bellotas, corcho, ramón y leña, nos ofrecen sombra, contribuyen a la calidad del pasto, son pieza esencial del ecosistema y sin ellos no sería concebible la rica fauna que convive con nosotros en la dehesa. Fotografía: Daniel Bermejo
Cuidemos nuestro arbolado, sin árboles no hay dehesa

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